.
La noche se prolonga, las horas se convierten en tiempo inconmensurable. Las encías sangran y el dolor se me escurre por todo el cuerpo, al igual que la lluvia torrencial se vuelca lastimada sobre la ciudad frágil. Hay una dosis de incredulidad que se percibe en la tensión de los relámpagos furiosos, en la humedad palpitante, hasta la calma impaciente que camina lenta. Las lágrimas se confunden, se mezcla la sal con los rompecabezas caídos del cielo. Fantasmales voces se desvanecen con el caudal de rumores. Los labios quebrados guardan poemas, las cúpulas aguardan a que se limpie el cielo y lo vuelvan a poblar las estrellas.
Entre los laberintos de las habitaciones donde se guardan terribles y escandalosos secretos, se escuchan voces por una radio que no es atendida, miligramos de sustancias que no alcanzan a ser entendible. El apetito por desaparecer: la cornisa resbalosa, el sueño profundo, los minutos insoportablemente largos. Trata de recordar las historias de super héroes, pero las manos se le quedan vacías, como cuando trata de abrazar la brisa efímera.
Los bichos juguetean con la basura, de la misma forma en que los sueños se enredan en los cuerpos. Las pegajosas hojas que se quedan en la piel en todo el transcurso del día cantan melodías de películas en blanco y negro. El sol es una ilusión perfecta de innumerables defectos, permite la noche pero no puede entonar "nocturno", arde en pasión pero desconoce el amor verdadero, la distancia lo viste de utopías y lo despoja de la tierra. La fértil tierra se queda con las semillas y las gotas de néctar.
La noche se prolonga mientras ella vuela por las avenidas con disfraces de espejos. Sangra su corazón y deja una estela de fuego que ilumina los hábitos de los gatos. Las lágrimas se confunden con la música que inventa y que lamenta que no lleguen a otros oídos. La ciudad se le convierte en un laberinto y corre para llegar a tiempo a ningún lado. Desconoce el amor verdadero, brilla y los bichos le rodean el cuerpo y la muerden y le duele. Pero no se mueve.
Los labios secos guardan besos. Los héroes se quedan dormidos mientras el pecado se pasea por las anchas banquetas que encierra en su cabeza. No hay nada definitivamente guardado, se le queda en alma en cada escape. Se oculta tras los pasillos y los frondosos árboles. Arden sus sueños mientras le corren por las venas, mientras le florecen en la mirada. El hambre la aprieta y endémica brota de su cuerpo, la impaciencia, en sus senos, en su sexo, en la piel trepidante que ha esperado por amor. Pero permanece sin moverse.
Placebo: pastillas, inyecciones, ungüentos, llamadas, correos, mensajes, recados. En el momento más inoportuno se quebra un tacón y maldice. Las marcas de su cuerpo mienten, los moretes, los tatuajes, las promesas que se le quedaron muertas. La mirada desenfocada y la manecilla que se detiene. Y ella, inmóvil como siempre.
.
.
Give me a long kiss goodnight and everything will be alright,
Tell me that I won't feel a thing
marca
y pisa con fuerza
torniquete
no le importa
mis dedos quebrados
o la piel desafinada
corta en melodías
la hoja precisa
las cuerdas de sangre
la música del tacto
y una nueva canción
para la noche
.
Días
de lluvia
de ojos rotos
de ficciones
de Soledad
de oscuridad
de sobresaltos
de letras
de dulce y amargo
de virus y bacterias
de desesperación
de ilusión por el contrario
de mascaradas
de rumor de agua
de anestesia
de soledad
de hipnosis
de hambre desmedida
de secretos
de migajas bajo la mesa
de voces
de insomnio
de fantasmas
de drogas
de azul.
.
.
Queridos 5 lectores... hacía mucho tiempo que nos les compartía algún poema, y justamente ahora que he conseguido
Los poemas solares de Homero Aridjis, precisamente cuando La Musa es omnipresente, que el temporal coincide con ella y lo inunda todo, les dejo lo siguiente.
DiluvioEn está hora
en que sólo la lluvia
se oye
la lluvia hablando
sobre los tejados
y la hierba
en esta hora
en que el agua toma
la forma de las cosas
en que reposa
en esta hora de gracia
en que las ramas
se inclinan hacia abajo
pesadas de agua
y las plantas y los animales
callan
alabada seas tú
diosa verde
de la luz omnipresente.
.
.
Reality ShowHay una frontera muy particular, que se puede calificar de imperceptible. Dos lados de una misma -presunta- realidad: el lugar que tenemos por patria, léase la ciudad o el barrio donde nos movemos y, por otro lado ciudades y lugares lejanos que conocemos cuando viajamos.
Tenemos sensaciones maravillosas pero de diferente naturaleza: conocemos a fondo, los callejones y los peligros, las plazas y los lugares luminosos de la ciudad que nos pertenece, y que de igual manera le pertenecemos. También, la experiencia superficial que podemos recolectar de los lugares en los que transitoriamente nos encontramos, por algunas semanas o siquiera por algunos días.
Y como recuento breve me quedo de Caracas: con las arepas y las cachapas para cenar, los jugos de mora, la suciedad increíble del centro de la ciudad, las ardillas que bajan a tomar comida de las manos de los niños en la Plaza Bolívar, la marcha del orgullo de homosexuales de bajo presupuesto de Chacaíto a Bellas Artes, los escotes y senos espectaculares (algunos artificiales) de las mujeres. De Bogotá la vista hermosa de las montañas bordeando la ciudad, la bruma matutina, las facciones de los rostros, las piezas del museo del oro, el paso de las tanquetas y el vuelo de los aviones caza, las revisiones exhaustivas en el aeropuerto.
Días más tarde de vuelta en la Guadalajara tan cambiante y tan igual que siempre.
El bateristaJusto cuando estaba preparado para escribir, la pantalla del monitor en blanco, un café y el soundtrack de "El graduado"; comienza intempestivamente a tronar los golpes del vecino aficionado a la batería en la casa de junto. Es una costumbre que a cualquier hora comience la metralla de sonidos desarticulados, supongo que en su mente alguna melodía delirante está sonando, pero lo que llega a mis oídos es una terrible pesadilla. Y bueno, por el hecho de vivir en una zona densamente poblada se acostumbra uno a cierto tipo de "formas de convivencia": los autos que dejan estacionados porque vienen al templo que está a media cuadra, las calles bloqueadas cuando hay alguna procesión, los puestos de fruta y el movimiento desde las horas de madrugada. Pero hay pocos instantes en que uno quiere estar realmente en calma. Sin embargo, tras, pum-pum-pum, tras, etcétera. Pienso si en realidad sabe lo que hace, alguien lo enseña, sólo práctica para deshacerse de su estrés y que otros lo tengamos. Brota en mi el deseo de salir, tocar su puerta y delicadamente tomar su cabeza y estrellarla contra la pared, pero. Tiene ciertos derechos, por ejemplo a su pasatiempo desafortunado. Y me pregunto si se podrá quejar de mi silencioso hábito de la escritura, ¿le importará, lo podrá imaginar...? Así como Carlos Santana afirmaba que las chicas se desnudaban al escuchar los acordes de su guitarra, ¿el vecino podrá hacer lo mismo con su licuado de golpes? ¿Puede...? Como lo dudo, me tomo el tiempo de acercar las bocinas al patio, que es el lugar más próximo a la casa del lado.... y con buen volumen, para que disfrute de música que vale la pena:
Fortunate son de los Creedence... El mensaje llega, cesa de inmediato su intento y puedo continuar con mi escritura.
Hallazgo posteriorMe hace llorar, imposible dejar de hacerlo mientras escucho
San Francisco (be sure to wear some flowers in your hair) de Scott McKenzie.
PolitiqueríasFormalmente se han abierto los plazos en los partidos para que los candidatos que aspiren a llegar a la presidencia de la república se inscriban primeramente a la contienda en sus partidos. Tenemos a dos jugadores con posibilidades ya enlistados: Santiago Creel y Andrés Manuel López Obrador.
Es de esperarse campañas de baja calidad, y para muestra los neologismos baratos como el "sospechosismo" de Santiago Creel, y como ese esperaremos más nuevos términos, campañas costosas y promesas incumplibles. Daré seguimiento en mi bitácora
México 2006.
.